Alteraciones en la adquisición del lenguaje




En este documento, nos referimos a aquellas alteraciones en la adquisición del lenguaje que NO se originan en:

*      Problemas generales de aprendizaje.
*      Deficiencia auditiva.
*      Trastornos emocionales
*      Problemas en el entorno del alumno.


Características de este tipo de alteraciones.

Aparición de las primeras palabras después de los 3 años. Primeras combinaciones después de los 4 años y persistencia de un lenguaje esquemático con más de 6 años.

Heterogeneidad de léxico: En ocasiones conoce y usa palabras más complejas que sus sinónimos más sencillos.

Agramaticasmos: enunciados cortos y agramaticales con pocos o ningún nexo, preposiciones, artículos ni inflexiones verbales en enunciados largos.

Estas características son las propias de un TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE (TEL). Pueden darse formas más leves y de mejor evolución que suele denominarse como RETRASO SIMPLE DEL LENGUAJE.

Algunos conceptos generales:

Comunicación. Comunicación y lenguaje son conceptos diferentes. El hecho de que un niño no haya alcanzado un determinado nivel de lenguaje oral no significa que debamos renunciar a comunicarnos con él. Existen otros canales por los que podemos transmitirle nuestras intenciones y anticiparle los acontecimientos. El contexto y los gestos son dos de estos canales.

El contexto. El contexto ayuda al niño a comprender lo que sucede y lo que le queremos comunicar. Al hablar con niños pequeños debemos referirnos siempre a lo más inmediato. Debemos apoyarnos en la información contenida en la propia situación.

Los gestos. Debemos emplear los gestos cuanto sea necesario. Es un canal de comunicación eficaz, y útil para la adquisición del lenguaje.

La comunicación multimodal. Cuando nos comuniquemos con niños pequeños debemos emplear todos los medios disponibles, incluido el lenguaje. Este debe emplearse en paralelo a los demás canales de modo que se coordinen comprensión no verbal y lenguaje. En todo momento debemos superponer el lenguaje oral a lo que está sucediendo. Por ejemplo: si estamos vistiendo al niño, debemos anticipar de palabra lo que vamos a hacer o describir lo que estamos haciendo. Debemos mostrar o señalar los objetos que intervienen en la acción como la ropa o las partes del cuerpo.

¿Qué podemos hacer en casa?

Según la edad del niño y su desarrollo lingüístico, podemos hacer lo siguiente:

Lenguaje simplificado. El lenguaje que empleamos con los niños debe simplificarse llegando a emplear incluso sustantivos y verbos aislados. No importa que les dirijamos frases de mayor extensión, siempre que aislemos adecuadamente las palabras clave.

Poner énfasis al hablar. Cuando hablemos al niño lo haremos con una entonación más exagerada que la empleamos habitualmente con los adultos. Se trata de dirigir su atención hacia el lenguaje. Es también una forma de subrayar los elementos clave de cada frase.

Establecer una relación relajada. Es muy conveniente buscar momentos de tranquilidad para poder relacionarnos con el niño. Cualquier actividad es adecuada siempre que el niño de muestras de interés y se ría. Se trata de crear un marco de relación en el que desarrollar otras actividades más específicas.

Nombrar los objetos y situaciones. Debemos nombrar los objetos por los que el niño dé muestras sentir algún interés. Lo haremos en presencia de estos objetos o anticipándonos a su aparición.

Señalar partes del cuerpo. Podemos pedir al niño que se señale diversas partes de su cuerpo. Podemos comenzar por el pelo e ir ampliando la lista de forma gradual. En un primer momento guiaremos su mano hasta que señale por sí mismo. Esto debe hacerse como un juego y reforzar los resultados mediante exclamaciones. Si el niño da muestras de desinterés no insistiremos más en ese momento.

Buscar objetos. Generalmente los niños antes de cumplir el primer año entienden que los objetos que desaparecen de su campo visual siguen existiendo aunque él no los vea. A partir de ese momento buscará esos objetos si son de su interés. Podemos pedirle que busque alguno de estos objetos, aunque tengamos que guiarle parcialmente hacia él.

Juegos y canciones. Existen muchos juegos en los que la acción va unida a una serie palabras. Estos juegos dirigen la atención del niño hacia el lenguaje y además le permiten anticipar la acción mediante ciertas palabras clave, que él irá reconociendo poco a poco.
También hay juegos en los que el niño imita algunos gestos ligados a ciertas palabras o canciones.

Repetir. Organizar las actividades cotidianas (vestirse, comer… ) de modo repetitivo y utilizando siempre las mismas frases.

El niño imita sonidos. El niño puede imitar sonidos del habla. En momentos puntuales podemos presentarle estos sonidos para que él los reproduzca. Estos sonidos pueden consistir también en sencillas onomatopeyas, y estar acompañados de gestos que el niño pueda imitar. La relación entre imitación motora y verbal puede ser muy productiva.

Nosotros imitamos al niño. También nosotros podemos imitar las producciones vocales del niño buscando una reacción de imitación recíproca. Al producir nosotros los propios sonidos del niño, le ofrecemos un punto de partida para descubrir que puede producir sonidos semejantes a los de los adultos.

Dirigir la comunicación oral. Si el niño es capaz de imitar o producir algunas palabras, podemos incitarle a que las diga en situaciones en las que tengan un valor instrumental. Se trata de que descubra la utilidad de la palabra fuera de un contexto lúdico.

Corregir. No se trata de señalarle al niño sus errores, sino de darle un modelo de corrección. Cuando al niño diga algo, desde una palabra hasta una frase, podemos proporcionarle inmediatamente un modelo correcto con el mismo contenido de lo que él ha querido expresar. El niño no tiene que imitar seguidamente este modelo, aunque en algunos casos lo hará.

Ampliar. Cuando las producciones verbales del niño vayan haciéndose más complejas, los adultos, además de corregir, pueden proporcionarle modelos ampliados de la frase que el niño ha dicho. De esta forma irán incrementándose sus posibilidades de expresión.

¿Qué podemos hacer con las actividades escolares?

*      De forma general, valorar sus aptitudes y utilizarlas como herramientas de aprendizaje.
*      Para facilitar la comunicación recurrir a sistemas aumentativos añadiendo información al hablar mediante apoyos visuales: dibujos, símbolos, gestos…